Distinguida en la Quincena de Realizadores de Cannes con la prestigiosa Carrosse d’Or por su consolidado estilo, Andrea Arnold sorprende en su quinta película de ficción con nuevos matices: sin perder su temperamento intenso y poético, el relato de trasfondo social deriva aquí hacia el cuento de hadas o el (sur)realismo mágico. De imaginación se nutre una chica de 12 años, que vive en una casa okupada de los páramos de Kent con su padre (Franz Rogowski: mejor actor en el SEFF 2021 por Great Freedom) y su hermano (Barry Keoghan: Saltburn), para combatir la monotonía y las frustaciones diarias, cuando se topa con un amigable vagabundo luciendo falda escocesa. Una puesta en escena fluida y la fotografía a cargo de Robbie Ryan (habitual de Yorgos Lanthimos), que extrae belleza de lo áspero, hacen que esta rara avis del coming of age vuele alto.