Esta película rescata la figura del médico húngaro conocido como «el salvador de las madres», que en el siglo XIX redujo drásticamente la mortalidad por fiebre puerperal instando a los obstetras a desinfectarse las manos. Más que un biopic, se trata de la crónica de aquel descubrimiento, fortuito pero vital, y también del boicot de sus colegas, a quienes su teoría los convertía en asesinos. El legendario director de fotografía Lajos Koltai (que ha puesto su talento visual al servicio de cineastas como Márta Mészáros, István Szabó o Giuseppe Tornatore) dirige, en la mejor tradición del cine clásico, esta historia de un hombre extraordinario al que no le importó ir demasiado lejos en su afán de conocimiento y justicia, pero tampoco evita mostrar su carácter obsesivo e irascible. No fue un santo varón, pero viva la madre que lo trajo al mundo; y vivan todas, gracias a su buena mano.