Utilizamos cookies propias y de terceros para fines analíticos y para mostrarte publicidad personalizada en basa a un perfil elaborado a partir de tus hábitos de navegación (por ejemplo, páginas visitadas)
Los mitos locales sobre lobos que pueden irrumpir en la noche y acabar con todo de golpe funcionan en esta película como metáfora de una gran amenaza que se consuma: tras una devastadora tormenta de arena en el desierto de Gobi, una familia de pastores mongoles se ve forzada a ocupar un asentamiento en la periferia superpoblada e hipercontaminada de la capital. La cineasta australiana Gabrielle Brady, cuyo talento visual sorprendió en su debut Island of the Hungry Ghosts (mejor documental en Tribeca y Visions du Réel), hibrida en esta nueva obra la observación documental y la filmación de experiencias reales en retrospectiva con sus protagonistas, también coguionistas, para trazar un relato urgente e íntimo de migraciones climáticas que suponen el adiós a una cultura basada en el vínculo con la tierra. Lo de que viene el lobo ya no es un cuento.