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Alexandros Avranas (mejor director en Venecia por Miss Violence) vuelve a las preocupaciones sociales y a su plasmación impecable en esta película inspirada en un extraño síndrome real que afecta solo a los niños refugiados. Vida en pausa, la historia de una familia rusa cuya hija menor cae en coma cuando se les deniega la solicitud de asilo en Suecia, nos invita a reflexionar sobre las heridas abiertas por las políticas estatales. Con una cuidada dirección de arte de Markku Pätilä (habitual de Aki Kaurismäki) y un logrado poso satírico en la estela de la nueva ola weird del cine griego, el film transita desde la distopía administrativa kafkiana hacia la esperanza de una reconciliación con lo humano. Una historia tan perturbadora como universal, avalada por su selección en los Orizzonti de Venecia, que rastrean las últimas tendencias estéticas.